El pez por la boca muere.

Por EZEQUIEL ROJAS FRONDIZI, Sociólogo, integrante del IPyPP Salta.

Desde el preciso instante que se conocieron los resultados oficiales de los comicios del día domingo, a eso de las 21:15 hs comenzó el «operativo casta»; así es, Javier Milei comenzó negociaciones privadas con Mauricio Macri. Los pasos de ese acuerdo consistían en dos maniobras, la primera, que Macri se comprometía el día lunes a reunir a la mesa nacional de Juntos por el Cambio y emitir un comunicado de respaldo oficial para el libertario y la segunda promesa, la más espesa, aportar 15 millones de dólares para la campaña, que el propio Milei recibiría el mismo lunes. Todo esto a cambio de posiciones en caso hipotético de un gobierno de la Libertad Avanza.

Pasado el día lunes no se ha cumplido ninguna de las dos promesas, pero eso no significa que no vayan a cumplirse, sino que todo queda postergado hasta el día de hoy – momento en que se escribe esta nota, miércoles 25 de octubre – donde Mauricio Macri se reunió con dirigentes de Juntos por el Cambio. ¿Qué se dice? Por estas horas se habla de una ruptura de dicho espacio. 

Detrás de todo esto queda una realidad: Javier Milei claudico en su discurso anti casta. Porque de concretarse esta operación, todo lo dicho hasta aquí pierde sentido. hace una semana atrás escribíamos un post (https://ezequielrojasf.blogspot.com/2023/10/construyendo-la-sociedad-de-la-posverdad.html) donde explicábamos como la realidad puede ser construida a partir de un relato que se convierte en «verdad» traduciéndose en una posverdad, es decir en una verdad abstracta e incomprobable. Hasta la semana pasada todo lo dicho por Javier Milei tenía un «valor» y hoy tiene otro: la realidad se impuso como una topadora – no como motosierra – y si quiere ganar las elecciones tiene que indefectiblemente buscar a la casta.

De todo esto podemos hacer varias interpretaciones. La primera es que de todas las castas Javier Milei eligió a Mauricio Macri, necesariamente por que necesita los votos de los «cambiemitas», o «macristas» o como quieran llamarlo. La otra interpretación es que Javier Milei siempre contó con la posibilidad de negociar con Macri, aun si ganaba en primera vuelta, y una tercera interpretación es que Javier Milei haya sido una construcción «derechizada» del propio Mauricio Macri para implosionar su propio espacio. A esta altura las interpretaciones están abiertas a cualquier posibilidad. Lo concreto es que la realidad mata la ficción.

La ficción arranco en el mismo momento en Javier Milei apareció públicamente describiéndose como un «economista matemático», un «liberal en un país de zurdos» y «que, entre el Estado y la mafia, prefería la mafia». Supo desplegar un catálogo de abstracciones económicas combinada con una verborragia violenta. En sus actos convoca especialmente a adolescentes, más centennials que millenials, convencidos de que el futuro es libertario. La mayoría proviene de la clase media, asisten a colegios privados y rondan entre los 16 a 20 años. Uno podría decir que se trata de jóvenes desprevenidos que no conocen muy bien la historia económica y política argentina. Sin embargo, muchos de ellos cuentan con un bagaje de lectura (caótica y desordenada) que Milei les recomienda permanentemente a través de sus redes sociales, donde interactúa de manera directa con ellos.

Milei ha diseñado su propio Frankestein, para sus seguidores es más importante no pagar los impuestos que las políticas de derechos humanos, o peor, no pagar impuestos es un derecho humano. Para sus seguidores, toda la política argentina pertenece al status quo y hay que extirparlo en post de la «libertad».

Todo ese relato, todo lo que se construyó detrás de una «verdad» tuvo su golpe el domingo por la noche; como en el boxeo, que suele decirse que una trompada al hígado te deja casi fuera de combate, así se encuentra Milei por estas horas, tuvo su piña al hígado pero le sonó la campana y ahora está en el banquillo pidiéndole oxígeno a Macri. La pregunta es para los «libertarios» ¿Se puede seguir creyendo en una persona que dijo luchar contra la casta y hoy recurre a ella?  ¿No es mejor morir con las botas puestas, ya que el camino revolucionario se trata de morir de pie y no de rodillas? 

Albert Camus supo decir que la primera operación mental esta en distinguir «lo verdadero de lo falso», Si los libertarios son conscientes de su realidad sabrán distinguir que Javier Milei ha sido una farsa todo este tiempo. Como dijimos al principio, por la boca muere el pez y Milei está a punto de ser pescado. Hoy se termina el discurso anti casta y también
muere Juntos por el cambio.

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