El “necesario” megadecreto del presidente Milei
Por ALEJANDRO OLMOS GAONA (historiador, investigador de la deuda externa argentina, en Ecuador fue miembro Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público, durante el gobierno de Rafael Correa, fue asesor de Pino Solanas, es Cátedra de Deuda Externa de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Publicó El FMI y la Deuda. Estructura de la dominación; La deuda odiosa, una doctrina jurídica para la solución política; Bolívar en el pensamiento argentino, entre otros.
El megadecreto de necesidad y urgencia firmado por el presidente Milei, tal vez era necesario para conocer las reales intenciones del gobierno supuestamente liberador, que venía a transformar la Argentina, y la catadura de los funcionarios que lo integran, quienes lo respaldaron con su firma. Además, pone en evidencia la incoherencia del presidente, que después de haber prometido acabar con la “casta” terminó siendo sometido por ella. A esto se suma su total inconducta de designar como ministro de Economía a quien en varios medios catalogó como delincuente y que había permitido se llevaran varios especuladores más de 15.000 millones de dólares; designar como ministra de Seguridad a la que hasta hace muy poco catalogaba como asesina tira bombas, y en este gabinete de la “casta” no haya elegido como ministro de justicia a un prestigioso y respetado jurista, sino a un conocido letrado, cuyas actividades judiciales en defensa de personajes muy cuestionados hacían imprudente su designación. Un ministro de justicia, por cierto, que se ríe a carcajadas de la Constitución al respaldar el DNU de Milei.
La Constitución Nacional es muy clara respecto al límite de los DNU, de los que abusaron el gobierno de los Kirchner y de Macri, y la Corte Suprema de Justicia, como así también respetados doctrinarios del derecho constitucional. Además, tanto la Corte como los constitucionalistas han indicado cuándo existe una emergencia real y cuándo se ficcionaliza sobre ella para avanzar sobre el Poder Legislativo.
En ese decálogo de la infamia que es este DNU, no se justifica qué emergencia existe para modificar la constitución de los clubes de futbol, privatizar todo lo público, modificar el Código Civil, permitir que cualquier inversor extranjero se pueda comprar hasta media provincia sin límite alguno, y así podría seguir con un largo listado de las disposiciones del mega decreto. ¿Qué tiene que ver todo eso con la emergencia económica? Seguramente tiene más que ver con el ejercicio de la suma del Poder Público fulminada por el art. 29 de la Constitución, y con el cuasi ejercicio de una dictadura civil al estilo del corrupto Fujimori, que no trepidó en liquidar al Congreso, para imponer su voluntad a todos los peruanos en la década del 90. Ya sabemos cómo fue el final.
Milei no va a atreverse a tanto porque no tiene la menor posibilidad política ni la fuerza para hacerlo, pero este DNU es un indicio de lo que quiere hacer, sometiendo a su antojo toda la estructura jurídica del Estado, contando con la complacencia de los grandes medios, que se ven en figurillas para tratar de justificarlo, con algunas honrosas excepciones.
No existe manera de ocultar lo originado por el desastroso gobierno que acaba de finalizar, pero ello en modo alguno significa arrasar con las instituciones por la sola voluntad del presidente y un grupo de funcionarios obsecuentes dispuestos a avalar todo lo que se le ponga en frente. La excusa de haber sido elegido por el 56% de los votos carece de validez porque eso solo le da legitimidad de origen, pero no le da legitimidad en el ejercicio del poder, ya que debe respetar el ordenamiento jurídico y no burlarse de él como lo hiciera hace unos días el todo poderoso asesor Sturzenegger.
Todos los estúpidos que son legión en Facebook y en otras redes hábilmente trabajadas por los troll mileistas olvidan que justificar esto significa justificar que mañana otro presidente de signo contrario haga lo mismo y vuelva a arrasar con todo lo construido por los que hoy ejercen el poder.
George Santayana siempre recordaba que “los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla” y en la Argentina sabemos de sobran muchos proyectos fundacionales que fracasaron, y aumentaron las penurias de los argentinos. Si no vuelvan a ver el primer discurso de Martinez de Hoz cuando habló de que “venían a dar vuelta una página de la historia” y a fundar un nuevo país. Milei y su precario gabinete, con menos talento y versación que el ministro de la dictadura pretenden lo mismo, sin importarles el dolor de los que menos tienen que van a ser los más afectados por todo lo que quieren hacer.
En este caso es importante reflexionar sobre varios puntos del discurso justificador del presidente y de sus ministros. Hacerlo sobre todos llevaría mucho tiempo:
1.- Es falso hablar de 100 años de decadencia, y muestra una enciclopédica ignorancia histórica y sociológica. Este mantra es repetido por un conjunto variopinto de ignorantes, imbéciles de diversa prosapia, muchos iletrados, y los que incapaces del esfuerzo de lecturas serias, solo consumen lo que les brinda ese periodismo ensobrado del que tanto hablaba Milei.
2.- Es extraño que quien participó en marchas, y se refirió despectivamente a la oligarquía como Milei, hoy se refugie en ella para gobernar, habiendo perdido la memoria de lo que sostuvo con firmeza en otros años.
3.- No existe un solo tratadista de derecho constitucional que no haya repudiado este DNU por la forma en que pretende derogar toda una normativa, arrasando con un conjunto de leyes, y aclaro, que los que se han expedido nada tienen que ver con el kirchnerismo.
4.- El presidente habló reiteradamente que el ajuste lo iba a pagar la “casta”, pero a través de las medidas que se conocen se ve que los únicos que van a sufrir las consecuencias son los asalariados, los que tienen un plan, los jubilados. Aquellos sobre los que desde décadas han caído todos los planes de ajuste.
5.- Que justificación existe, para que organismos de control como la Sindicatura General de la Nación, haya sido confiada a la dirección de un empresario, y lo mismo haya ocurrido con la Secretaría de Ciencia y Tecnología. Solo mostrar quiénes son los reales dueños del poder, que se escudan en los organismos públicos para ejercer su acción deletérea, beneficiando a los grupos de los que provienen
6.- ¿Cómo puede entenderse que Luis Caputo, denostado reiteradamente por el presidente, sea hoy a quien se le ha confiado el manejo de la Economía junto con su socio en ANKER, Santiago Bausili, ambos conocidos especuladores con bonos públicos siendo funcionarios del gobierno de Macri, además de otras actividades poco éticas? En el caso de Bausili, aunque la Cámara Federal revocó su procesamiento, no se animó a desvincularlo del proceso a pesar de los esfuerzos de su abogado, hermano del actual ministro de Justicia. Y que Sturzenegger, partícipe del gobierno que endeudó al país a través de un siniestro “megacanje” de títulos, sea hoy el artífice de las reformas…
7.- El país sufrió las consecuencias de la desregulación económica y las privatizaciones de la década del 90, cuando se decidió que los grupos empresarios hicieran lo que quisieran con el país, a través de las normas que se dictaron, y como gráficamente lo expresó en una reunión el Canciller Guido Di Tella. Perdimos YFP, empresa simbólica del progreso de la nación y otras tantas, y la deuda creció de 60.000 millones de dólares a más de 140.000 millones. ¿Milei seguidor de Menem va a seguir ese camino? Parece que sí.
8.- Hay mucho más para hablar, pero para finalizar, algo de lo que Miel y su gabinete no han dicho una palabra, es LA DEUDA. ¿Qué va a pasar con la deuda originada en la dictadura y refinanciada por todos los gobiernos constitucionales? Teniéndolo a Caputo al lado es explicable lo que podrá pasar, ya que siendo ministro de Finanzas nos endeudó a 100 años a una tasa de interés descomunal, y firmó el Stand By con el FMI por 50.000 millones de dólares, una pesada herencia que va a seguir pesando en las finanzas públicas junto con toda la deuda pública que hoy es de 437.000 millones de dólares.
Algo para pensar: Los empresarios nacionales y extranjeros, que les transfirieron sus deudas a todo el pueblo argentino en el año 1982 hoy festejan. En dinero de hoy esas deudas pagadas por el trabajo argentino exceden los 156.000 millones de dólares. ¿No sería más lógico que ellos pagaran el ajuste y devolvieran a la Nación, lo que durante años pagamos por ellos, en vez de festejar que van a seguir usufructuando del trabajo argentino?
Como escribiera mi querido y desaparecido amigo Federico Delgado, en su libro póstumo Politeia recientemente aparecido: “la libertad es posible a partir de un piso mínimo de condiciones materiales de existencia. Es inevitable, entonces, discutir el derecho a la existencia” ¿Podrá usar nuestro pueblo ese derecho, si carece de aquello más elemental y los recursos de la Nación van a ser usufructuados y administrados por los mismos que la saquearon durante décadas?