Los jóvenes del Parque de Belleville: la inmigración politizada

Por ARIEL PENNISI, en conversación con Teodoro Cohen (Colectivo Malgré Tout)

Alrededor de 400 jóvenes inmigrantes del oeste de África, sobre todo de países con fuertes historias de colonización (Guinea, Costa de Marfil, Mali, Senegal), dormían en el Parque de Belleville, ubicado en el distrito XX de París. A partir del armado de lazos entre ellos, comenzaron a organizar desayunos solidarios y a elaborar distintas estrategias para mejorar su situación. Por un lado, permanecen durante meses sin reconocimiento jurídico alguno, por otro, viven expuestos a una policía violenta y racista que los trata como un disturbio que hiere las bellas almas del parisino medio. En octubre de 2024 el collectif des jeunes du parc de Belleville (Colectivo de los jóvenes del Parque de Bellville) ocupó un edificio de la Comuna de París (gobernada por la centroizquierda) a modo de protesta y pedido de respuestas a su situación. Como corolario consiguieron 200 soluciones habitacionales.

A partir del encuentro con las redes solidarias del barrio y la colaboración de distintos colectivos, alrededor de un año y medio atrás, comenzaron a organizarse de manera políticamente más activa. Teodoro Cohen, integrante italiano (residente en Francia) de Malgré Tout[1], cuenta que la organización entre los jóvenes africanos y los vecinos locales contiene elementos más tradicionales, ligados a prácticas clásicas de militancia, pero también un viso de novedad, sobre todo porque los jóvenes son los verdaderos protagonistas y hablan en nombre propio, sin dejarse representar por nadie que no esté en su situación. De hecho, las autoridades, cada vez que son interpeladas o tienen necesidad, tienen que hablar con alguno de los jóvenes africanos y no con un “representante blanco”. En todo caso, los colaboradores blancos o franceses ofician como soutiens (soportes), en un comienzo con mayor intensidad, que decrece cuando los propios jóvenes del colectivo ganan conocimiento del lugar, del idioma, de cuestiones legales y políticas. A partir de ahí se establecen vínculos con otros espacios y colectivos de la ciudad.

La potencia de la experiencia tiene que ver con la capacidad de crear una alternativa a la desesperación y expresarse desde esa nueva condición. En virtud del rápido crecimiento en materia de organización, los jóvenes organizados del Parque de Belleville ocuparon en diciembre de 2024 el centro cultural Gaîté Lyrique en la Ville de Paris, un teatro, con sala de exposiciones, espacio para conciertos, muy conocido de la ciudad. Esto obligó a las autoridades parisinas a analizar opciones de alojamiento y generó una discusión en el interior de ese gobierno. Pero la actividad de la organización no se reduce a un petitorio al Estado, sino que involucra creación de lazos, transmisión de saberes, autogestión de lo cotidiano y elaboración de opciones.  

Teodoro clara: “la gestión les corresponde completamente a ellso, nosotros estamos ahí para dar una mano y cuando es necesario poner en juego nuestro privilegio en favor de alguna decisión de ellos, lo hacemos. Por ejemplo, cuando hay que declarar a la prefectura que se realizará una movilización, lo hacemos nosotros, o incluso cuando es necesario salir a buscar financiamiento, entre otras circunstancias.” Y en relación al modo de organización, comenta que “el tipo de relación que se crea es casi de familia, una hermandad muy distinta a los centros sociales que conocí en Milán, donde los capos eran la vanguardia y les explicaban a los demás cómo debían ser las cosas”. Quienes por ser los mejor dispuestos se vuelven referentes, actúan con los nuevos que llegan como hermanos mayores, compartiendo el recorrido que lograron hacer con los más jóvenes que realmente llegan en un estado de intemperie.

Las ocupaciones son muy precarias y las condiciones de vida no ayudan en absoluto. “Se necesita una capacidad muy importante de comprender a los demás para gestionar una situación semejante. Imaginemos ocupaciones por varios meses de más de trescientas personas… ¡cómo evitar que escalen las peleas y conflictos! Quienes toman la posta tienen que tener una capacidad existencial, humana, muy desarrollada. No son una vanguardia política e intelectual, en todo caso, están quienes por afinidad se desenvuelven mejor con la palabra o incluso la escritura.”

Al momento, desde las primeras acciones del colectivo, más de mil jóvenes consiguieron un techo y muchos de ellos, también lograron insertarse en el sistema educativo. Mientras tanto, en el centro cultural ocupado duermen actualmente unas 400 personas, bastante bien acogidas por quienes gestionan el lugar. Éstos manifestaron que, a pesar de perder por un tiempo su programación cultural y recursos económicos, producto de la ocupación, consideran más importante la lucha de los jóvenes inmigrantes cuya situación es realmente acuciante; de modo que responsabilizan a las autoridades del Estado. Gracia a la organización cientos de jóvenes no durmieron en la calle, y el resultado es una cohabitación pacífica que habilita la expresión del conflicto y cuida el patrimonio y las tramas existentes.

Una de las batallas más importantes de los jóvenes tiene que ver con la educación. En ese sentido, fue importante la alianza que tejieron con sindicatos docentes. Se hicieron asambleas importantes en el espacio de ocupación con profesores, delegados sindicales, etc., para determinar acciones orientadas al derecho a la educación. También hicieron asambleas con lo trabajadores de la salud, que es otro de los temas centrales. Para Teodoro, estos encuentros son muy positivos porque les recuerda a quienes luchan por cuestiones sectoriales, que el racismo y el clasismo que padecen los jóvenes africanos inmigrantes es un problema transversal, muchas veces olvidado por la izquierda blanca.

En una nota del diario L’Humanité se plantea que las acciones del colectivo buscan presionar a la alcaldesa socialista, Anne Hidaldo, para que tome en cuenta la problemática de la falta de vivienda, y sostienen que “el colectivo de jóvenes del parque de Belleville aboga por una convergencia de las luchas, desde el antirracismo hasta la lucha contra la pobreza, pasando por una acogida digna de los inmigrantes y el antifascismo.”[2] La percepción del diario tiene que ver con las coordenadas de la política y la militancia tradicionales, con su trasfondo de humanismo; pero en los hechos, la transversalidad se va tejiendo gracias a lazos reales, a formas de reconocimiento que van más allá de un comunicado o una declaración de intenciones (que siempre hablan en tono “universal”), y construyen desde la máxima fragilidad una potencia de legitimación de las vidas. La transversalidad, las convergencias inesperadas, las luchas legítimas se dan en situación.

[1] Colectivo creado en Francia a mediados de la década del 80 como forma de resistencia alternativa, grupo antifacista y espacio de trabajo con inmigrantes “sin papeles”. Entre sus fundadores se encuentra Miguel Benasayag, quien se había exiliado tras cuatro años de prisión política a manos de la última dictadura argentina. De hecho, Benasayag forma aun parte de Malgré Tout y cofundó con un grupo de compañeras y compañeros el Colectivo A Pesar de Todo en Argentina, con integrantes de otros países de América Latina.

[2] https://www.humanite.fr/societe/acces-au-logement/en-lutte-contre-le-racisme-systemique-et-le-manque-dhebergements-a-paris-les-jeunes-du-parc-de-belleville-occupent-la-gaite-lyrique

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