Vicentín, una vez más.

Por CLAUDIO LOZANO

Luego de muchas e innecesarias demoras, el Juez Lorenzini, hace un par de semanas, había decidido rechazar la propuesta inconstitucional que Vicentin le hacía a sus acreedores, abriendo así el cramdown o periodo de concurrencia que permitiría la aparición de otros oferentes. Fue una oportunidad inmejorable para que el Estado argentino, a través de los organismos competentes, impulsara una propuesta que le permitiera tomar el control de la empresa. Se trataba de aprovechar los derechos del Banco Nación como principal acreedor, y sumando las acreencias de la Banca Pública y otros organismos del Estado para avanzar en acuerdos con productores y cooperativas que también tienen acreencias sobre Vicentin.

En el marco de la crisis de deuda que vive la Argentina, con la importancia que tiene la obtención de divisas y la reconstitución de las reservas del BCRA, fue un momento más que oportuno para avanzar en la conformación de una empresa pública no solo estatal, con participación de productores y cooperativas que asumiera un rol testigo del comercio exterior de granos. En un terreno opaco si los hay, a partir de las maniobras de triangulación que las principales exportadoras realizan articulando actividades entre Paraguay-Rosario y Montevideo. Avanzar en este objetivo y articularlo con el control del Estado sobre la vía troncal del Paraná, sería el camino para la creación de un instrumento de control sobre el comercio exterior y la recuperación de nuestra soberanía.

Pero el hecho de que la Cámara de Apelaciones de Reconquista suspendiera el cramdown, deja ver que una vez más distintos estamentos del Poder Judicial, accediendo a los pedidos de Vicentín, permiten dilatar la situación y posibilitan que se consume el fraude monumental que este grupo empresario perpetró sobre el Banco Nación, es decir, en perjuicio del conjunto de los argentinos.

Primero había sido el Juez Lorenzini quien aceptó abrir un Concurso de Acreedores sin Balance y quien, una y otra vez, facilitó todo tipo de maniobras dilatorias que incluyeron permitir que Vicentin buscara acuerdos con una propuesta absolutamente inconstitucional. Cuando el Juez Lorenzini ya no pudo sostener ni dilatar más el Concurso, ahora aparece esta Cámara sumándose al objetivo central de Vicentin: dilatar las definiciones hasta que cambie el gobierno y, por tanto, también el Directorio del Banco Nación. Esto debido a que la estafa de Vicentín había podido concretarse en connivencia con el gobierno de Macri (Juntos por el Cambio) y las autoridades del Banco Nación de entonces, que encabezaba Javier González Fraga. Sin esta connivencia nada de lo ocurrido hubiese sido posible. Ni el cumulo de irregularidades que violaron las normas internas del Banco Nación, ni las normas prudenciales del conjunto del sistema que fija el Banco Central. Irregularidades que incluyeron permitirle a Vicentín vaciar la cuenta que tenía en garantía del crédito en el Banco Nación y que le posibilitó llevarse 790 millones de dólares que bien hubieran permitido recuperar todo el crédito otorgado por el gobierno de Macri.                           

Junto a Eduardo Heker y el resto del Directorio impulsamos una estrategia política y judicial que confrontó una y otra vez con los objetivos de Vicentín y el aval permanente que le dio el Juez Lorenzini. Haciendo uso del poder que tenía el Banco Nacion como acreedor privilegiado se lograron desbaratar una y otra vez las tramposas intenciones de Vicentín y de sus socios directos, Glencore-Viterra y Bunge. Esta política se mantuvo con la nueva conducción del Banco Nación, forzando a Lorenzini a aceptar el cramdown. En ese marco el gobierno, a través del papel del Banco Nación como máximo acreedor, estaría en capacidad de armar una propuesta para tomar el control sobre la empresa y, por lo tanto, incorporar una herramienta de política para controlar el opaco comercio exterior de granos. A la vez, esto evitaría una mayor concentración del Comercio de Granos (Viterra y Bunge manejarían el 20% del total de nuestras exportaciones). La capacidad de control institucional que Vicentín tiene sobre Reconquista y su influencia sobre los intereses de las más importantes trasnacionales del comercio de granos, están por detrás de la decisión de la Cámara de Apelaciones. El efecto objetivo, de continuar la causa en esta dirección, será la profundización del control del comercio exterior y de nuestras divisas por parte de un número reducido de trasnacionales.

LEER: “Milei es la dictadura”, por Claudio Lozano

https://www.telam.com.ar/notas/202310/642214-lozano-debate-presidencial-milei-dictadura.html

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